domingo, 1 de abril de 2018

LO HICIMOS: CARLOS ALVARADO PRESIDENTE

Hay victorias de victorias en la vida de una nación.  En nuestra historia reciente, esta victoria es la más grande y heroica después de la victoria fundacional de la II República.


Es una victoria precedida por la angustia y la incertidumbre, precedida por una reacción de alarma esparcida por toda nuestra geografía; fuimos saliendo de un letargo para darnos cuenta que los valores democráticos y de paz estaban en peligro y que había que reaccionar de inmediato.


Lo hicimos. Bregamos. Y hoy lloramos de alegría. La democracia se cuida. Pasa que la costumbre de su goce nos hace perder de vista su valor y fragilidad.


El alfabeto de la libertad y de su instrumento, la democracia, y ciertamente es un deber repasar sus letras con esmero y constancia para no olvidar sus virtudes de paz, solidaridad e inclusión.


Hemos elegido a Carlos Alvarado Quesada como nuestro Presidente de la República y bajo su guía celebraremos el bicentenario de nuestra Patria.
Nadie mejor que Carlos para dirigir un proyecto donde ningún partido político tendrá una  mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa. Carlos en la presidencia será garantía de autocontrol, equilibrio y sensatez.
Hay que tener de natural las cualidades dichas para navegar en los inhóspitos canales de    la labor parlamentaria, labor que requiere de un estilo que no sea provocador, que no sea impulsivo y menos que sea pendenciero.
Carlos no es un iluminado que haya dicho poseer la verdad absoluta en los asuntos públicos; su humildad tiene fundamento en su propio carácter, en su estudio, en su propia capacidad para dialogar y concertar acuerdos. No es un hombre del “todo o nada”. Su innata condición de líder se demuestra con su aplomo, su don de gentes y su decoro reflexivo.
Estoy seguro, como que me llamo Allen, que Carlos Alvarado será un gran Presidente porque ya es un gran líder y adalid de los derechos humanos.
Esta noche de la victoria, cuando me aliste a conciliar el sueño, podré dormir en paz sabiendo que me espera un amanecer hermoso, sabiendo que con Carlos el INAMU no será cerrado, que la homofobia no será política de Estado, que la discriminación que trae la pobreza será combatida, que seguiremos siendo parte del sistema jurídico internacional de los derechos humanos y que no dejaremos de enarbolar la lucha de las mujeres por su emancipación.
Gracias, señor Presidente electo. Dios lo bendiga.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario